


PEQUELE
Español lengua extranjera para niños




Cuento de Caperucita Roja
Había una vez una niña llamada Caperucita Roja:
CAPERUCITA: ¡Hola! ¿Sabéis por qué me llaman así? A ver si adivináis… (se gira de espalda mientras lo dice, mostrando la capucha, y se vuelve a girar). ¡Claro, porque siempre llevo puesta esta caperucita roja que me tejió mi queridísima abuela! ¿Os gustaría conocer a mi abuela? ¿Sí? ¡Pues acompañadme, que voy a llevarle esta cestita con la merienda! (hacer como que avanza).
Aparece el lobo.
LOBO: ¡Hola, Caperucita! ¿Dónde vas con esa cestita?
CAPERUCITA: ¡Uy, qué susto me has dado! Pues voy a traerle la merienda a mi abuela.
LOBO: Ah, qué bien, qué buena niña eres. (Hacia el público) ¡Qué suerte he tenido! Esta tarde merienda doble: la abuela, y la niña! (se va)
CAPERUCITA: (llega a casa de la abuela) ¡Hola abuela! Perdona que haya tardado tanto, me he entretenido! (Aparece el lobo-abuela, caperucita lo mira y se gira hacia el público repetidas veces) Uy, pero abuela, qué rara te veo. ¿Por qué tienes esas orejas tan grandes?
LOBO: Son para oírte mejor.
CAPERUCITA: ¿Y esos ojos enormes?
LOBO: ¡Para verte mejor!
CAPERUCITA: ¿Y esa boca tan grande?
LOBO: ¡Para comerte mejoooor! (Se abalanza sobre la niña, que grita)
Aparece el leñador, que le da un porrazo al lobo
LEÑADOR: Lobo feroz, ¡no vas a hacer daño a esta niña! (Aparece la abuela)
ABUELA: Pero bueno, ¿qué ha pasado aquí? (Caperucita corre hacia la abuela)
CAPERUCITA: Abuelaaaa…
LEÑADOR: Caperucita, Caperucita, para la próxima vez haz caso a tu mamá, ¡y no te pares a hablar con nadie en el camino!
CAPERUCITA: ¡Gracias, leñador!